Entrevista a Silvina Kuperman: conectando vida

Silvina es médica pediatra, especialista en hemoterapia e inmunohematología. Persiguiendo su sueño de trabajar en el Hospital Garrahan, logró rápidamente una beca y hoy es nada menos  que la jefa del Banco de Sangre y la directora del Banco Público de Referencia Nacional de Sangre de Cordón Umbilical del Hospital Garrahan.  Luego de mucho trabajo logró un hito en el campo de salud en nuestro país: modificó junto a su equipo el sistema de donación de sangre, evitando que los familiares de los internados deban preocuparse por conseguir dadores en cualquier situación.

Su currículum sigue, pero preferimos hablar con ella para que nos comparta algunas de las miles de historias que debe tener en su carrera y su vida.

CLL: Silvina, contanos un poco sobre vos. Siempre supiste que tu lugar estaba en la medicina? O fue algo casual?

Siento que la vocación se fue construyendo, por que si bien en un principio no tenia claro que “medicina” iba a ser  definitivamente el camino, de muy chica me caracterizaba por le encontrarle la perspectiva humanitaria a todas las experiencias y situaciones que transitaba. Mas adelante, ya en la secundaria, en una clase de biología, en un día muy revelador para mi, nos presentaron a: “la célula”. Quede fascinada con sus funciones, interrelaciones y estructura, pero por sobre todo por el proceso de respiración celular. Como una especie de epifanía,  en ese momento fue profunda la sensación de realización en el sentido de comprender la esencia de la vida. Luego vino la identificación con los que sufren y buscan contención y es ahí cuando apareció en mí la necesidad de contar con habilidades y herramientas concretas para poder ejercer un rol activo en el alivio de otros.

CLL: Por qué elegiste esa especialidad? Hubo alguna historia como estudiante que recuerdes que te haya marcado puntualmente?

Siempre me gusto interactuar con bebes y niños, admire mucho a mi pediatra creo que esos dos factores marcaron mi deseo hacia la pediatría. Cuando terminé la residencia en el Hospital Posadas,  mi sueño era trabajar en el Hospital Garrahan, en cualquier servicio en el que me aceptaran. Entonces  me acerque una mañana y encontré un cartel: “BECA DE FORMACIÓN EN HEMOTERAPIA” Yo no sabía qué se hacía dentro del banco de sangre pero encontré un campo enorme para trabajar. Porque entré al corazón del hospital. El que tiene la responsabilidad de bombear la sangre a todos los que la necesitan

CLL: Sabemos que sos una sobreviviente de  cáncer de mama. Consideras que, por tu profesión, cambió tu forma de enfrentar la enfermedad?

Conocer los circuitos médicos y administrativos facilito acortar tiempos, buscar referencias, y dar con profesionales clave, sobre todo en el momento del diagnostico. Como “Silvina no en rol de médica” cuando recibí la noticia sentí que el mundo se desplomaba ente mí, enfocada en una única preocupación: el transitar lo que venia, de la manera menos dolorosa posible para mis hijos Demian y Julia, que en ese momento tenían 9 y 7 años.

CLL: Antes de tu diagnóstico, te hacías los controles de forma regular? 

Si bien hacía los controles ginecológicos habituales,  en ese momento, a los 37 años de edad, aun no están indicadas las mamografías de rutina. Puedo decir que me salve a mi misma: a través de un autoexamen mamario me palpe un bulto muy pequeño en la mama derecha y al día siguiente, una mamografía y ecografía mamaria arrojaron alta sospecha de cáncer, la cual fue confirmada luego de la cirugía. En mi caso, el tratamiento se completo con quimioterapia y radioterapia.

CLL: Qué mensaje le dejarías a las mujeres que no tienen conocimiento sobre la importancia de la detección temprana?

Lo primero de todo y lo más importante es prevenir. No hay discusión en que la detección temprana es un pilar fundamental en el aumento de la sobrevida y las probabilidades de éxito de tratamiento. La conciencia de cuidado debe empezar por nosotras y es responsabilidad del sistema sanitario garantizar el acceso a los controles frecuentes para todas las mujeres.