Cirugía y recuperación: los tiempos son personales

Nos confirmaron el diagnóstico, tenemos cáncer de mama y debemos pasar por una cirugía. Antes de dejarnos invadir por el miedo, conozcamos los pasos, hagamos todas las preguntas que consideremos necesarias. Cuanto más precisos sean los detalles de la cirugía, más herramientas tendremos para afrontar el proceso y salir adelante.

Hoy vamos a sumar algunos datos a esa charla que hayas tenido con tu médico.

 

Llega el día, nos presentamos temprano en la clínica. Seguramente volvamos a escuchar todos y cada uno de las instancias siguientes por las enfermeras.

Lo ideal es que vayas con alguien, no sólo para que estés acompañada, sino para que tenga tus pertenencias. Al ingresar al quirófano es fundamental que estés despojada de todo: ropa, esmalte de uñas, aros o cualquier otro accesorio. Para un trabajo más práctico, deberás estar depilada en la zona de la axila.

La duración de la cirugía depende de cada caso, pero quedate tranquila: en todos se les aplica la anestesia correspondiente.

Una vez finalizada la intervención, nos trasladarán a una habitación común para que, de a poco (nadie nos apura, lo importante es que escuchemos a nuestro cuerpo) nos recuperemos.

Otro aspecto a tener en cuenta es que, más allá de la medicación indicada por nuestro médico, podemos sentirnos molestas. No dudemos en decirlo. No hay ninguna necesidad de soportar dolor.

Luego de unos días (de nuevo, esto es relativo en cada paciente) comenzaremos a practicar los ejercicios que nos indicarán. No te apures, entendemos la ansiedad por recuperarte ya, pero la paciencia es tu mejor aliado. Los primeros movimientos deben ser precoces, pero también lentos y progresivos.

Si te aplicaron drenajes, un auxiliar deberá reemplazarlos diariamente. Es probable que te vayas de la clínica con puntos y tendrás una cita próxima para retirarlos. Ya en casa, deberemos mantener la zona siempre desinfectada y seca. Pasaste por mucho y lo lograste! Felicitaciones. Pero ojo: aceptá ayuda, no tiene nada de malo. Durante algunas semanas evitá levantar objetos pesados y cualquier actividad brusca. Tomá como referencia que, en promedio, al brazo le toma entre 4 y 6 semanas luego de la cirugía.

Al mes de haberte operado, el cirujano va a recetarte una prótesis temporal que vas a conseguir en las casas de ortopedia. No te asustes: se ven y sienten naturales. Existen varios modelos para que encuentres el que te haga sentir más cómoda. Podrás usarla directamente sobre la piel o con una funda de algodón. El uso diario de la prótesis es importante para evitar deformaciones de la columna vertebral.

Pasado el tiempo que te confirme tu médico, quedará en vos determinar la manera en que vas a continuar con las prótesis. El camino emocional por ver afectada su imagen que atraviesa cada mujer es tan íntima como única. Porque sí, es real que una parte de tu cuerpo ya no está más, pero ese cambio sucedió para que vos puedas seguir viviendo. Te acompañamos en este camino. Mucha suerte 🙂